Te escribimos esto para agradecerte la redacción que nos has dejado de forma altruista para que tengamos información sobre Descartes y su moral. No obstante nos gustaría ayudarte a ti también proponiéndote algunas cosas que puedes ampliar para hacer de te redacción un documento más completo.
Pese a que haces mención a todo, para un proyecto de redacción filosófica es bastante ''escaso'', es decir, que no profundizas en el tema central de la redacción, que es explicar las máximas y el contenido de estas, así como sus influencias. Otro aspecto que nos gustaría recomendarte es citar algún ejemplo del propio texto, si lo sabes e incluso citar al propio autor con alguna frase célebre suya.
No obstante no todo va a ser malo, por eso para alguien que no tenía conocimientos previos sobre este tema de la filosofía cartesiana resulta tentador y a la vez útil, para estudiar desde unas bases, queremos decir que nos sirve como un esquema para la concepción de unas ideas previas antes de profundizar en el tema.
Por una parte, deberíamos preguntarnos para qué es necesira una moral, cómo y cuándo se usa, para qué, y sobre todo, cuáles son sus máximas. El filósofo Descartes, después de elaborar el Método Cartesiano, se encuentra con el problema de cómo no permanecer irresolutos en nuestras acciones mientras buscamos principios totalmente verdaderos, es decir, unas ideas simples, que a su vez serán también verdaderas y evidentes. A partir de estas ideas simples, podremos llegar a construir un conocimiento, que necesariamente ha de ser verdadero. Gracias a las máximas que componen a la "moral provisional", será posible evitar esos momentos de incerteza mientras se somenten a duda nuestros conocimientos, con el fin de poder alcanzar, a partir de las ideas simples, otras mas claras y evidentes, gracias al método deductivo, el mismo método que el de las matemáticas.
Diariamente hemos de tomar decisiones, elegir caminos sin saber si serán correctos, por ello, Descartes nos expone sus cuatro máximas o reglas, las cuales serán las "guías" en el estado de confusión causado por la duda metódica
En primer lugar, la máxima primera consiste en obedecer las leyes y las costumbres del país natal, manteniendo tanto la religión, como la educación, y seguir las opiniones de los más "sensatos", tal como dice Descartes, y evitar dejarnos llevar por el amoralismo. En segundo lugar, en la máxima segunda el filósofo nos plantea la actividad constante ante esos momentos de parálisis. Será preferible actuar, sin estar seguros de la decidisión que tomemos, que permanecer en la parálisis, tal como argumenta con la analogía del Paseante perdido en el bosque. En tercer lugar,en la máxima tercera se deja ver un carácter estoico, en el cual diferencia todo lo que podemos controlar o cambiar, los cuales serían nuestros pensamientos u opiniones y deseos, junto con aquello externo a nosotros, lo que no depende de nosotros, tales como el azar, el ciclo vital de nuestro cuerpo, la sociedad, etc. Para alcanzar la felicidad, necesitamos controlar nuestros pensamientos, en vez de intentar distorsionar aquello que no depende de nosotros. Por último, la cuarta máxima, en la cual Descartes concluye, se encuentra el intelectualismo moral Socrático, en el cual, el filósofo propone cultivar la razón, y aprender constantemente.
En resumen, frente a una situación de parálisis e incerteza, Descartes propone utilizar la duda métódica, junto con la "moral provisional", compuesta de cuatro máximas con el fin de guiarnos durante nuestros momentos de incertidumbre, hasta alcanzar unas ideas simples, ideas evidentes otorgadas por la intuición, las cuales serán totalmente verdaderas, y que, a partir de éstas, mediante la deducción, podremos obtener conocimientos más arduos y verdaderos.
En fin, nos gustaría darte las gracias, recordándote que aquí tendrás a unos compañeros que te ayudarán siempre y cuando necesites nuestra ayuda, para aclarar cualquier concepto dudoso, o como diría Descartes, confusos y oscuros.
Muchísimos abrazos,
Patricia, Cristian, Fran y Vicky.
Las almas más grandes son capaces de los mayores vicios.
René Descartes.